lunes, 10 de marzo de 2008

Gato.

Animal cuya agilidad y astucia llegan al extremo de “ligar” (hipnotizar) a sus presas. Es proverbial su vinculación con asuntos malignos: afirman que tiene un “pelo del diablo” y advierte la presencia de seres sobrenaturales; ve en la oscuridad, por eso las brujas cambian sus ojos por los del felino para viajar en la noche.

Algunos ancestros nuevoleoneses aconsejan tomar suficiente agua antes de dormir; si se va sediento a la cama, el espíritu sale del cuerpo durante la noche para beber y un gato puede devorarlo en el camino (acción que evita el regreso del espíritu y provoca la tiricia o muerte).

Al igual que en diferentes culturas, es considerado símbolo nefasto. También se considera que tiene siete vidas.

Yo nada más he oído decir que las brujas le quitan los ojos al gato y se los ponen ellas porque... ¡pues porque los ojos de los gatos miran más y miran malo! El gato ve de noche.

¿No se han fijado ustedes que cuando alguien toca a un gato, luego, luego se frunce? Por eso dicen que cuando le van a contar los pelos a un gato ¡pos no se puede!, porque nomás lo agarran tantito y se frunce, ¿cuándo se deja? Además, el gato tiene un pelo del demonio, como este otro animal, el coyote.

(Antonia Platas; Hualahuises)

¡Ah!, había también una plática que nos decían acerca de que... no te duermas con el gato porque mientras duermes se sale tu espíritu y el gato es muy listo, espera... Luego, cuando estás dormido y viene el espíritu para entrar contigo otra vez, se lo puede comer el gato y quedas muerto.

También esa la platicaban... ¿tú crees?

(Manuel López García; General Terán)

En el sur de Chihuahua se aconseja no dormir con ellos, pues mientras la persona esta dormida, el gato se puede aspirar el alma.


Véase: León de la sierra, Pantera.

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