martes, 30 de diciembre de 2008

Camino del cielo.

Según pláticas dispersas, existe un camino por donde transitan las almas salvas hacia la gloria: el Cielo cristiano.

Es el camino del cielo, que es donde van las almas a la gloria.

(Efraín Segundo Rosales; Mier y Noriega)

Ah, pos nos decían que cuando uno se moría se encontraba con dos caminos: el de la gloria, que era de puras espinas, y el del infierno, que era de puras flores; y pos todos escogían el de las flores, pero ¿luego pa regresarte? Ya no te regresabas porque ya eras del diablo.

(María de los Ángeles Carrera Pequeño; Linares)

Véase: Camino de Santiago, Cielo.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Camino de San Pedro y San Pablo.

Véase: Camino de Santiago.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Camino de Santiago.

Bajo este nombre se conoce, en algunas comunidades rurales, a la Vía Láctea. Lo describen como una polvareda producida por una carrera de caballos entre los apóstoles Santiago, Pedro y Pablo. Otras versiones afirman que es representación de Santiago practicando coleaderas (suertes a caballo) en el cielo. Es plenamente visible durante el verano.

Va el camino del patrón Santiago por las alturas, y cuando ya se están llegando las fiestas de ese santo, el camino está directo a la iglesia, directo a la iglesia de Valladares –eso era de la gente. Y en otros tiempos el camino de Santiago está apuntando para otra parte...

Aquí se venera, en Santiago Valladares, Coahuila, el 25 de julio. Durante esas fechas aquí se pone el camino... [señala al cielo]. Es el tierral donde va él al galope, va a caballo haciendo una polvareda de la fregada, pero...

(Felícitas Chávez Hernández y Nazario Hernández Briseño; Lampazos)

La polvaredita sale en el viento, ¿verdá?, no todo el tiempo la ve uno, pero sí sale... Sí, eso sí se ve en el cielo, como un humito donde va el caballo... porque Santo Santiago era de a caballo.

Al principio, de primero, sí se veía desde dónde venía el camino. Se veía como un humito, como un humito pegado allá arriba, al cielo, y decía papá: “Vengan a ver a Santo Santiago cómo va, va a caballo corre y corre, yo creo lleva la rienda en el viento”.

(Florencio Pedraza y Basilia Gauna Sánchez; Hualahuises)

Véase: Astros, Camino del Cielo, Cielo, Santos.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Campamocha (Slagmomantis limbata).

Insecto al que se le atribuyen efectos adversos; en las prácticas de brujería lo preparan para dañar la salud de personas y animales. Las vacas revientan y mueren cuando la comen. Semeja una ramita seca.

Eran dos señoras que se habían peleado muy, muy feo, después se conformaron y una de ellas estaba lavando en un arroyo cuando la otra fue encarrerada a llevarle unos frijoles refritos con algo más de comidita, porque cuando uno está lavando le da un hambre que ¡híjole! Entonces aquella señora se comió el bocado bien sabroso, pero en la noche estaba con el estómago así, para arriba y para arriba [creciéndole] hasta que, pos se reventó.

Luego alguien platicaba que murió de eso porque la otra señora que se había peleado con ella le había echado una campamocha en la comida, y es que ésas son muy venenosas, se la habían echado a la comida.

(Oralia Muñoz Rodríguez; Hualahuises)

Véase: Embrujamientos.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Canciones de cuna.

Versos cantados a los niños antes de dormir para estimularles el sueño. Contienen palabras tiernas o personajes que provocan pánico, como el diablo, el cuco, el viejo. Algunas de las canciones más conocidas son “Señora Santa Ana” y “El Viejo”.


Señora Santa Ana

por qué llora el niño

por una manzana

que se le ha perdido.

Manzanita de oro

si yo te hallara

se la diera al niño

para que callara.

Baja borreguito

por esa ladera

comiendo rositas

de la primavera.


(Isidra Maldonado Guerrero; Hualahuises)

Duérmete niño, duérmete ya

porque ahí viene el viejo

te come la carne

y te deja el pellejo.

(Hilaria Alemán Ramos; Linares)

viernes, 5 de diciembre de 2008

Candelilla (Euphorbia cerifera).

Planta común del noreste de México cuya cera natural es empleaba para la fabricación de veladoras; en el presente, su recolección y procesamiento se han intensificado por la demanda de su cera en el mercado internacional (es utilizada en la elaboración de cosméticos, pinturas, plástico). En el municipio de Higueras incineran sus ramas durante una fiesta religiosa que lleva el nombre de la planta.

Véase: Fiesta de la Candelilla.

domingo, 30 de noviembre de 2008

Canibalismo.

La idea de devorarnos los unos a los otros es persistente; nuestra entidad conserva creencias y tradiciones orales acerca de la antropofagia supuestamente practicada por los indios y las brujas. Sin embargo, la fantasía referente a comer gente trasciende su asociación con los tribeños o con ciertas costumbres brujeriles; más comúnmente, suele emplearse como muestra de cariño o como amenaza. No es muy raro escuchar expresiones como la siguiente: “¡Ya deje de molestar y vayáse a la escuela porque si no me lo como!” (Hualahuises). En el área sur-serrana se refiere, incluso, un culto cuya parafernalia incluía el consumo de personas.

Decía:

–A ti ya no te como, pero ¡ira!, a esa muchachita sí me la como, no se me hace trabajoso comérmela (a María, que estaba sentada allí, en un cajón).

Y advertía mamá:

–No andes dejando a esa niña sola, si no ¡te la va a comer el indio, te la va a comer el indio!

Era hermana mía, yo la crié.

Entonces le decía yo al indio:

–No andes viniendo aquí, si te vas a... si te quieres comer una niña no... no vengas...

(Evangelina Sustaita de Platas; Hualahuises)

Yo juego con mis sobrinos porque... he escuchado eso, de que se juega diciendo que te vas a comer un cachete, una pierna o algo, y eso se comenta cuando estás cambiando al niño. Cuando tú a un niño le estás poniendo una camiseta y está desnudito dices “ay, te voy a cortar el cachete, te voy a cortar la pierna y me la voy a comer en un taco”. Aquella parte del cuerpo que esté más bien proporcionada; si tiene buena pierna, pos una pierna.

(Susana Marroquín Cavazos; Villa de Santiago)

Esa vieja tenía una mirada muy curiosa, su cara era igual a la de una india que andaba en mi rancho cuando yo era chico; aquella mujer era bruja, según decían, nadie sabía de ónde venía. Mire güerita, no crea que le digo mentiras, yo nomás le digo lo que sé, porque a mí nadie me quita que esa vieja regresó por la niña Mariana. Además, cuando no li hacían caso, o sea usté me entiende, en lo que ella ordenaba, les gritaba rete feo: “¡Ora verán, si no me obedecen me los como!”. Pos no es que yo quiera llenarla de miedo, niña, pero esa costumbre de comerse a las criaturas, según contaban las gentes, es de los indios diantes, de los rayados que andaban por acá, por las rancherías.

(Gabriela Riveros, relato “Ven por chile y sal”; Monterrey)

En el ejido donde vivía mi mamá oía pláticas de que en Villa Mainero, Tamaulipas, había un señor así... que curaba a la gente.

Y que acá, más acá, en el otro lugar, que no sé cómo se llama, había una señora que también curaba. Unas gentes iban con el señor y otras con la señora...

Pero el señor le tenía envidia a la señora y por eso... así empezó todo hasta que llegaron a comer gente. Sí, es que les entró un espíritu como del demonio.

(Benito de Jesús Luna Ramos; Iturbide)

martes, 25 de noviembre de 2008

Canícula.

Así es denominada la temporada más caliente del año. Por lo general se calculan 40 días que empiezan el 14 de julio. Algunos observan que es una temporada propicia para enfermedades e infecciones, y que si el periodo inicia con lluvia, el calor se atenúa.

El sol es más caliente, calienta más en esos días (son cuarenta); están los soles más calientes... Es del 14 de julio al... 24 de agosto, son 40 días.

(María Dolores Cárdenas Bravo; Hualahuises)

No falta quienes relacionan esta temporada calurosa con un castigo de la naturaleza hacia los hombres (...) Lo que sucede en esta temporada, indicó, es que los rayos del sol llegan perpendiculares al hemisferio y sumado a un sistema de alta presión no permiten que llueva; esto afecta sobre todo al norte y al Golfo de México y desaparece hasta fines de agosto, cuando se empiezan a presentar las lluvias.

Cuando ese sistema llega a romperse es cuando decimos que la canícula entra con agua, es decir, con lluvia.

(María Luisa Medellín, “La Canícula, tradición y calor llegan hoy”, en: El Norte, Mty., 16-VII-1997, p. 1-B)

jueves, 20 de noviembre de 2008

Caramuela (Milpiés Spirobolus).

La imagen que se tiene de esta especie de gusano es negativa; es un elemento utilizado en los trabajos de las brujas.

Las caramuelas son malas porque sueltan una leche blanca que es veneno. Son malas y las usan muchas mujeres que saben hacer remedios, hacen morralitos y allí las echan pa hacer males.

(Juan de la Rosa Sánchez; Linares)

Véase: Embrujamientos.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Carbón.

Mineral vinculado directamente a las riquezas subterráneas. Un tesoro se convierte en carbón al manifestarse envidia entre las personas involucradas en su búsqueda o hallazgo. Como contraparte, existe la certeza de que el carbón puede retornar a su estado original (oro, plata) cuando es buscado por personas humildes y desinteresadas.

Por esos rumbos decían que un señor venía desde Monterrey vendiendo, y cada vez que dormía en determinado ranchito (pero no sé exactamente en qué rancho) veía una lumbrita, una llama. Él veía mucho esa llama y una vez le señaló al dueño: “Oiga, cada vez que vengo yo, más o menos en este lugar, veo una lumbre, ¿no se ha fijado usted ahí?”. En ese rancho siempre veía la lumbre y les dijo más o menos dónde. ¡Y se fue el dueño! Escarbó y sacó una tinaja, pero era puro carbón... Entonces por ahí guardó la tinaja de carbón para enseñársela al mercader cuando regresara.

Pasado el tiempo vuelve el vendedor y pide un vaso, les pide un vaso para beber agua y fue a meterlo a la tinaja (creía que la tinaja tenía agua), y nada ¡pos sí estaba llena de algo! Entonces ya cogió preguntando “¿pos qué hay aquí?”. Era dinero.

Luego les comenta:

–Oigan, ¿pos por qué tienen este dinero ahí?

–¿Dónde?

–¡Pos ahí en la tinaja!

–Es carbón señor, la relación que usted se encontraba es carbón. Escarbamos, sacamos la tinaja y es puro carbón.

–¡No señor!

Fue y sacó el dinero, la bajaron, la vaciaron; era puro dinero.

(Jacinta Hernández Prieto; Linares)

El compadre no fue, él nomás les indicó que en tal sitio había un dinero enterrado. “Vayan a sacarlo”, les comentó.

Pero a esos dos les entró envidia y dijeron: “No, si lo llevamos a él ¡pos alcanza más! porque él nos dijo dónde está”.

Y se fueron solos, escarbaron, encontraron algo, pero luego cuentan que se les volvió puro carbón –dicen que sí se convierte–; como quiera se llevaron el carbón y dijeron: “Vamos a echárselo a mi compadre por no haber venido con nosotros y embustero”.

De bribones fueron a tirar el carbón en la casa del compadre, pero en la casa de éste se volvió dinero, y al final el compadre fue el de la bonanza esa.

(Esther García Vázquez; Linares)

Véase: Relaciones, Tesoros.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Cautivos.

Las referencias a individuos capturados, tanto por los mestizos como por los indios, son todavía comunes, principalmente entre habitantes de la zona norte de la entidad.

Exactamente, así se lo llevaron en la travesía, pasaron por aquí los indios y se lo llevaron (sus padres ya no supieron nada de él). Hasta después de mucho tiempo cuando él ya se hizo hombre vino a dar aquí porque mató a un indio, le clavó la flecha; al ir a darle agua a unos caballos se disgustaron él y el indio, y allí lo flechó, y de allí... se vino él, pero vino a dar como quiera a su pueblo.

Cuando se lo llevaron a él de aquí del pueblo era niño, de allí de onde andaba en la calle, de ahí se lo llevaron.

Y cuando él regresó traía las costumbres de los indios. Cuando volvió él ya no se llamaba como se llamaba antes (se llamaba como yo, Cornelio Sánchez, ¿ve?). Él regresó y decía todo alrevesado su nombre, ¿ve?, porque sí sabía él su nombre cuando se lo llevaron, pero luego ya se hizo a... a la idea de ellos, ¿ve?, y hablaba todo medio mocho.

Entonces él venía diciendo que se llamaba... pos no, no recuerdo bien. Mi papá era el que me platicaba de... de cómo venía él nombrando las cosas.

Porque... bueno, mi papá todavía no nacía cuando pasó eso, todavía ni se casaba mi papá. Pero después, cuando mi papá y sus hermanos nacieron y comenzaron a crecer, empezó mi abuelo a platicarles.

(Cornelio Sánchez López; Lampazos)

Sorpresivamente los indios los atacaron y capturaron a la muchacha, su padre apenas tuvo oportunidad de escapar y rápidamente corrió a dar aviso para que le ayudaran a rescatar a su hija. La buscaron por largo tiempo, lo único que encontraron fue un rastro que la desafortunada muchacha fue dejando, pedazos de tela de su vestido; cuando ya no pudo cortar la tela fue dejando cabellos. No volvieron a saber de María Antonia por muchos años. Pasó el tiempo y un día una familia de Parás, que fue de viaje a Oklahoma, la encontró por aquellas lejanas tierras, le preguntaron por qué jamás había avisado que estaba con vida a su familiares, y ella les contestó que jamás se atrevió a comunicarse con sus familiares porque se había casado con el jefe de la tribu que la raptó, y que casada con el indio era muy feliz. Tiempo después, un hijo de María Antonia visitó Parás para conocer la tierra de su madre.

(Sra. Armandina Villarreal de V., Parás, en: Para saber, p. 3)


Véase: Indios.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Ceniza.

Vestigio del fuego que se pone en el suelo en forma de cruz para desviar los vientos fuertes y las tempestades. En algunos lugares se asocia con prácticas mágicas y con el diablo.

Más antes en el puro tierral bailaba la gente de los ranchos ¡en el puro tierral! Y cuando había boda o baile yo veía que las muchachas, este... se salían muchas mujeres y andaban por detrás de las casas con puños de ceniza ¡haciendo crucitas! ¡Que pa que no lloviera!... Ponían cruces de ceniza para que no se desbaratara el baile.

(Antonia Platas; Hualahuises)

La curandera parecía la bruja de la leyenda; larga, seca y huesosa, con la nariz corva como ave de rapiña, las uñas como garfios y el pelo enmarañado. Tenía en sus manos un bulto de ceniza caliente y unos ungüentos con los que empezó a frotar el cuerpo, esquelético también, del enfermo, pasándole luego unas palmas benditas y haciéndole cruces por todas partes. Hizo que don Teófilo y su mujer le ayudaran a bajar al piso a Quintín y entonces lo regó totalmente de ceniza, barriéndola con una escoba tan pronto terminó esta operación.

(Rosa de Castaño, Rancho Estradeño, p. 88)

Mi papá ejercía un platito de peltre, blanco, ahí en ese platito tenía ceniza.

Yo no vi cómo trabajaba, pero tenía ceniza con un tenedor y un trinche en cruz ¿eh? Entonces él se ponía a trabajar y agarraba el trinche al mismo tiempo que decía: “¡Mira, aquí lo estoy viendo! [al diablo] aquí lo estoy viendo...”, en la ceniza.

(Alfredo Espinoza Camero; Linares)

Véase: Viento, Tempestad.

jueves, 30 de octubre de 2008

Centella.

Descarga eléctrica de poca intensidad vinculada con el rayo, diferenciada o confundida con el mismo. La experiencia de nuestra gente afirma que azota de forma violenta la superficie terrestre, llegando a matar personas y animales; dicen que deja los cuerpos con apariencia de no tener osamenta. Otros narran que su fuego consume lo que toca, aunque llueva copiosamente, e imaginan su origen en el sol, “porque es el fuego divino y lumbre”.

¿La centella? Ésa cae del sol, puede estar lloviendo, llueve y llueve, y cae del sol. Cuando ésa cae quema, troza los árboles y donde cae prende, mientras que el rayo es aire.

(Evangelina Sustaita; Hualahuises)

Santiago Aguilera –actualmente es operador de tráiler– señaló que ese día no fumó ni encendió cerillos, tampoco lo hizo Marcos Arizmendi. Que la explosión fue provocada por un rayo centella que cayó en el tanque, ese día llovía en los alrededores de Villaldama.

Álvaro Rodríguez explicó: “Es frecuente que en esa región sucedan esos fenómenos y se desprendan del cielo rayos o descargas eléctricas sin llover”.

A 30 años de aquel suceso aún hay restos del camión incendiado, el tanque aún se utiliza como depósito de combustible, la gente recuerda ejemplos de valentía, anécdotas que ahora provocan risa y la visita de un rayo centella que vino a escribir una página en su vida. El fuego terminó a las 15:00 horas, al agotarse el combustible.

(Luis Antonio Lucio López, Las piruetas del perico, historias de Villaldama,pp. 39-40)

Pues sí, dicen que donde cae... Una centella a tu ahijada la dejó atarantada y le mató la chivita... yo creo que es lo mismo que un rayo.

(Felícitas Chávez Hernández y Nazario Hernández Briseño; Lampazos)

Véase: Cielo, Rayo, Sol

sábado, 25 de octubre de 2008

Cielo.

El firmamento es considerado, en primera instancia, personificación divina. Le piden deseos, se le agradecen peticiones y se le utiliza como testigo de los asuntos terrenos. Igualmente se considera que de las alturas pueden llegar bendiciones o desgracias (milagros, desastres naturales). Algunos conciben situaciones tristes cuando llovizna sin haber nubes, afirman que es el llanto del cielo por tragedias inminentes. Además, la bóveda celeste es la morada de Dios, la Virgen, los ángeles y los santos: sitio a donde van a dar las almas de los muertos que en vida tuvieron una conducta ejemplar.


Esa canción, “Príncipes del cielo”, la compusimos porque cuando estábamos morritos pasaba por la cuadra un ruco con un triciclo que juntaba botes y periódico, era amigo de nosotros y platicábamos con él. Nos decía que se peleaba con un tigre de aquel lado del cerro de La Silla, y cosas así. Siempre lo esperábamos para que nos contara sus aventuras.

Pero una vez andábamos muchos güerquillos en la calle matando a los “abuelitos”, esos insectos como hormigas con alas que salen después de que llueve; andábamos con tablas y chanclas aplastándolos cuando llegó el ruco del triciclo; ¡nombre!, se enojó y nos correteó, nos quería pegar. Luego nos juntó a todos y nos regañó, dijo que no anduviéramos haciendo daño a esos animalitos porque eran los príncipes del cielo, que si hablábamos con ellos podían guardarnos secretos y cumplirnos deseos porque volaban hasta donde estaba Dios. También dijo: “Bueno, a lo mejor los deseos no se los cumplen, pero pueden estar seguros que sus secretos no los va a saber nadie más”.

Después pasó el tiempo, ya no lo volvimos a ver, quién sabe qué se haría. Pero nos acordamos y por eso compusimos –mi carnal Tony y yo– la rola “Príncipes del cielo”:



Hoy que acaba de llover

y que el aire fresco

vuela en silencio

esperaré a verlos

a los príncipes del cielo (...)

Mi alma quiere volar

irse y nunca regresar

quiere irse lejos

con los príncipes del cielo

no la dejaré partir

no dejaré que me deje aquí.

Les diré un secreto

a los príncipes del cielo

voy a pedirles un deseo

un deseo algo bello.


(Cano Hernández, canción “Príncipes del cielo”)

Véase: Astros, Camino del cielo, Camino de Santiago, Centella, Cometa, Luna, Nubes, Rayo, Serpiente de agua, Sol, Tamborileros, Tempestad, Trueno.

lunes, 20 de octubre de 2008

Cócono (Meleagris gallopavo).

Nombre que se le da al pavo en el área rural. Es uno de los principales naguales de las brujas, quienes toman la forma del ave para visitar durante la noche a las personas que han hechizado o que están curando de algún maleficio. Son variados los cuentos donde un cócono es bajado del cielo utilizando oraciones como las Doce Verdades del Mundo (ya en la tierra, capturado, el animal se convierte en mujer). Es un ave doméstica, pero subsisten bandadas silvestres. Tanto de las domésticas como de las silvestres se consume la carne. Las plumas se utilizan como elemento decorativo en casas y para el penacho del indio en las pastorelas. Parte de estas ideas y costumbres, probablemente, son herencia aborigen. En Linares, Hualahuises, Montemorelos y San Carlos, Tamaulipas, vivieron etnias identificadas con un sinónimo del vocablo “guajolote”.

Pues decían que el chamuco se aparecía en forma de cócono, que en forma de cócono. Mire, yo tenía un amigo que ya murió. Ese muchacho, cada vez que venía... venía y me buscaba, y nos íbamos así con él (...)

Me invitaba así a un camino que hacía cruz: “Vamos, vamos a... hoy tengo cita con un amigo a las doce de la noche. Nomás no te vayas a asustar porque es un amigo mío que a veces viene en forma de cócono, a veces viene en forma de burro, de marrano, o de un toro muy bravo. Pero no te asustes, no te hace nada, es mi amigo”.

¡Y pos él!... Yo no vi, nunca vi nada ni mi hermano tampoco. Pero a él sí lo veías, ahí, platicando con el diablo ¡sólo Dios sabe lo que platicaría!

Esto sucedía aquí en Vallecillo, pa las orillas del pueblo.

(Andrés Esquivel Vázques; Vallecillo)

Cierta vez íbamos por un camino y dijo mi padre: “Me voy a parar a pedir agua”; y allí donde nos detuvimos estaba una niña mece y mece a un niño, en una cuna, entonces le dijo mi papá a la chiquilla:

–¿No me quieres regalar tantita agua?

Entonces la niña contestó:

–Nomás deje ver si este chiquillo se queda quieto.

¡Pos no se quería quedar solo! Hace años ¡años! Yo estaba medianita, así.

La niña le contestó:

–Déjeme ver si se queda sosiego el niño en la cuna.

Pero el niño lloraba y lloraba, aunque lo meciera, hasta que le dijo:

–Te voy a volver cócono pa que te estés tranquilo, y nomás dijo esto, ¡zas!, brincó el cócono, saltó pal suelo el niño transformado en cócono y ahí se quedó, ahí se quedó, por allí andaba el cócono. Fue cuando ella se fue a traernos el agua, y tomamos; ya ella después lo volvería otra vez en niño, quién sabe. ¡Pero qué lista!, si era una niña, una chamaca meciendo a un niño en la... Sí, una chamaca, pero hace muchos años, hace más de sesenta años de eso.

(Antonia Platas; Hualahuises)

Los cóconos ¿cómo van a ser brujas si es un animal que se come? (...) El cócono que sea malo es una transformación, se dice. Pero en realidad ésos llevan una astucia; no el animal, la persona que se transforma en cócono.

Hay todavía gente que se puede transformar, nada más que ahora como ya está muy civilizada en eso... pero sí hay. Pero eso son pláticas, son pláticas que se hacen de eso; ahora, de haber, sí lo hay, pero pos son secretos que... muy oscuros.

Yo no sé cómo le llamarán a esas personas que se transforman, pero una persona que enferma dicen que tiene el maleficio, hasta ahí sé yo.

(Álvaro Sepúlveda; Villa de García)

Véase: Bruja, Cacería, Diablo, Lechuza, Tecolote, Nagualismo.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Colibrí.

Véase: Chuparrosa.

viernes, 10 de octubre de 2008

Colmillo.

Diente agudo y fuerte de los mamíferos. Al igual que en otras regiones de México y el mundo, es objeto de creencias y costumbres. Algunas personas consideran de buena suerte los colmillos de oso y jabalí, los usan como dijes y llaveros especiales, aunque a veces simplemente los guardan en un lugar seguro de la casa.

Es sinónimo de habilidad y experiencia.

A un tío mío lo mordió un oso, y entonces mataron al oso porque ya iba herido cuando lo mordió. Lo mataron y le quitaron los colmillos... y esos colmillos se los encargó un señor para hacer un llavero, como para un llavero.

(Refugio Flores Peña; Villa de Santiago)

Ese muchacho que le platiqué yo el otro día, que está por allá, en el otro lado, en Florida (está muy lejos, desde allá hacen tres días para llegar aquí), ese hijo mío que está allá es el más chico, y a ése le gustaba –oiga– con una lezna, ¿sabe lo qué es una lezna, verdá? De esas cosas con que agujeran cualquier piel... y así abujeraba las uñas del león [puma] y luego abujeraba las del oso, y se las colgaba aquí en la bolsa, como llavero. Tenía una curia [curiosidad], que yo creo que por ahí tiene guardadas todavía las uñas de león; nomás que la uña del león es mucho más filosa –oiga– que la del oso. Pero ¿sabe cuál es? El colmillo; yo me equivoqué, fíjese que lo que él abujeraba eran los colmillos, no las uñas, bueno, del león las uñas, y de los osos, los colmillos...

(Miguel Escobedo Puga; Iturbide)


Véase: Amuletos, Jabalí, Oso.