jueves, 15 de mayo de 2008

Enterrados.

Personas que fueron enterradas vivas en sitios apartados del campo, casi siempre por castigo a su desobediencia y mala conducta o por motivos desconocidos. Estos seres a veces hablan con los campesinos y les piden comida o ayuda para salir de la tierra, solicitudes que casi siempre les son negadas. En otro orden de ideas, se habla de personas asesinadas y colocadas sobre tesoros con el propósito de que sus espíritus los protejan y oculten; también se sabe de fetos sepultados en los patios de conventos e iglesias. Hay quienes afirman que algunas de las nociones sobre enterrados tienen origen en la época pre revolucionaria, cuando los grandes hacendados y caciques castigaban a los campesinos rebeldes sepultándolos vivos; otros sostienen que los niños sacrificados en los patios de construcciones religiosas eran producto de relaciones sexuales de monjas o novicias con clérigos.

Bueno, mi mamá nos platicaba de un muchacho que había golpeado a su papá y a su mamá y que se lo había comido la tierra, se fue hundiendo y quedó casi hasta acá, hasta el cuello; así estuvo un tiempo, hasta el pecho enterrado, y luego se lo comió la tierra completamente.

Pero pos antes decían que eso sí sucedía; antes, en estos tiempos no. Ahora los hijos matan a sus papás...

(Concepción Mendoza Ríos; Linares)

No sé por qué un hijo desobedeció a su papá, a sus padres, entonces se abrió la tierra y se hundió hasta aquí, hasta la cintura; iba mucha gente a verlo, pasaban por ahí para ver al desobediente. Nosotros no fuimos, nada más oíamos la plática.

Contaban que desobedeció a sus padres y entonces lo castigó diosito, abrió la tierra y se lo tragó.

(Hilaria Alemán Ramos; Linares)

Aquí también se decía que el que enterraba un tesoro o los que enterraban un tesoro, ésos ya no tenían derecho de sacarlo porque no lo iban a encontrar nunca; o que el tesoro caminaba de un lugar a otro...

Dicen también que si iban cuatro o cinco, preguntaban “¿a ver, quién se va a quedar a cuidar el tesoro?”, y ya contestaba alguno “pos que yo”. Entonces a esa persona la mataban y la sepultaban ahí donde escondían la riqueza. Por eso cuentan que no se puede sacar ese tesoro hasta que no busquen la manera de... de salvar el alma de aquella persona que anda penando, que quedó ahí.

Pero pos es pura leyenda lo que les estoy diciendo de eso... porque ustedes van a decir ¡pos todavía cree en eso! ¡No! Mucha gente sí lo cree, tiene esa imaginación; yo no.

(Efraín Segundo Rosales; Mier y Noriega)

Véase: Desobedientes, Emparedados, Huesos, Sirena, Tesoros.

No hay comentarios: