miércoles, 5 de noviembre de 2008

Ceniza.

Vestigio del fuego que se pone en el suelo en forma de cruz para desviar los vientos fuertes y las tempestades. En algunos lugares se asocia con prácticas mágicas y con el diablo.

Más antes en el puro tierral bailaba la gente de los ranchos ¡en el puro tierral! Y cuando había boda o baile yo veía que las muchachas, este... se salían muchas mujeres y andaban por detrás de las casas con puños de ceniza ¡haciendo crucitas! ¡Que pa que no lloviera!... Ponían cruces de ceniza para que no se desbaratara el baile.

(Antonia Platas; Hualahuises)

La curandera parecía la bruja de la leyenda; larga, seca y huesosa, con la nariz corva como ave de rapiña, las uñas como garfios y el pelo enmarañado. Tenía en sus manos un bulto de ceniza caliente y unos ungüentos con los que empezó a frotar el cuerpo, esquelético también, del enfermo, pasándole luego unas palmas benditas y haciéndole cruces por todas partes. Hizo que don Teófilo y su mujer le ayudaran a bajar al piso a Quintín y entonces lo regó totalmente de ceniza, barriéndola con una escoba tan pronto terminó esta operación.

(Rosa de Castaño, Rancho Estradeño, p. 88)

Mi papá ejercía un platito de peltre, blanco, ahí en ese platito tenía ceniza.

Yo no vi cómo trabajaba, pero tenía ceniza con un tenedor y un trinche en cruz ¿eh? Entonces él se ponía a trabajar y agarraba el trinche al mismo tiempo que decía: “¡Mira, aquí lo estoy viendo! [al diablo] aquí lo estoy viendo...”, en la ceniza.

(Alfredo Espinoza Camero; Linares)

Véase: Viento, Tempestad.

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