jueves, 20 de septiembre de 2007

Mariposa negra.

La entrada de una mariposa negra en la casa anuncia la muerte de un familiar; para conjurar este peligro se acostumbra matar al insecto o expulsarlo. Es superstición de origen prehispánico y casi se conserva el nombre náhuatl del animal: papalotl: papalote.

Yo creo son creencias porque antes, ya hace muchos años, tenía uno la creencia de que cuando veía una paloma negra decía “¡mátala! o ¡sácala!, porque ésa anuncia muerto”.

Y ahora ¡hay muchas palomas!, cada rato vienen aquí. Le digo a Polita: “Fíjate que antes la creencia era que esos animales anunciaban desgracia”. Esa era la creencia.

(Hipólita Coronado Rojas; Villa de García)

–¿Y de la mariposa negra?, pues llegamos él y yo, no estaba Ticha, no había nadie. Llegamos en la noche, ¿verdá?, atardeciendo, y hasta en la mañana la vimos, fue en la mañana cuando la vimos.

–¡Ora!, el bote donde estaba encerrada esa mariposa tenía jabón, fab, detergente. Ahí se metió y mamá nomás le puso la piedra arriba pa que no se saliera. Entonces preguntó él “¿y esto?”, y dijo ella “ahí la tengo encerrada –dijo– ahí se metió, nomás la tapé, ¡nombre! ya tiene muchos días, ya tiene varios días, está muerta”. Y se miraba muerta.

–Haz de cuenta disecada, y... ¿quién la echó pa fuera? ¿Yo, verdá?

–Usté, usté quitó la piedra, usted le quitó la piedra al bote...

–¡Pos al cabo staba muerta!, pero al quitarle la piedra a la boca del bote la mariposa se volteó y voló, hasta dijimos “¡estaba viva!”.

–Sí, dijimos sorprendidos “¡está viva!”. Se fue, se fue volando, y mamá no dijo nada, pero a los pocos días murió.

Platicando se acuerda uno, me acuerdo de Carmela, me platicó una cosa también de su casa, pero hace muchos años de eso, cuando vendía tacos su esposo Roberto, ¿verdá?, tenía una hachita de esas como la que usábamos nosotros también (cuando vendíamos tacos), estaba bien afilada y siempre la tenían colgando por ahí.

Y que una noche llegó una paloma, fíjense, se paró en la ventana y luego se metió pa dentro de la casa de Carmela. Entonces dijo Carmela: “Pues sea pa bien o sea pa mal”, y que la agarra a puros hachazos, pero ¡nunca le podía pegar! Nunca le podía pegar, ahí andaba echándole maldiciones y tirándole hachazos, al mismo tiempo que decía: “Te tengo que matar, sea pa bien o sea pa mal, pero yo te vo a matar”. Hasta que la hizo pedazos; dice Carmela: “Y la maté, fue pa bien o fue pa mal, pero yo la maté”.

(Juan López García y Manuel López García; General Terán)

Véase: Agüeros

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