martes, 20 de noviembre de 2007

Lobo (Canis lupus).

Según los informes de grupos e instituciones ecologistas, el lobo mexicano está extinto; sin embargo, algunos individuos lo describen y aseguran su presencia en parajes aislados de la Sierra Madre Oriental; específicamente, en cañones y valles de Galeana, Linares y Rayones. Hay gente que recuerda haberlo rastreado y cazado, e incluso se conservan “loberas”, suerte de pozos profundos que servían como trampas para el animal. El nombre de la fiera es emblema de valor, rebeldía y compañerismo.


Una vez andaba yo raspando una miel, taba yo sentada raspando el maguey cuando salió ese animal con la cola larga, el hocico bien grandote y como de color pardo, pardo aquel animal. Pero no era coyote. Venía medio asustado porque le venía ladrando un perro que siempre andaba conmigo; entonces cuando lo vi, ¡que agarro una piedra! Le tiré y le di por las patas, por abajo. Entonces corrió pa otro lado y en ese tiempo el perro siguió correteándolo, se lo llevó pa la sierra.

Y ya nunca lo volví a ver a ese animal, pero decían que era lobo. Eso fue como en el año del cuarenta o el cuarenta y cinco.

(Juana Sustaita; Iturbide)

Yo estuve trabajando en Monterrey en una peluquería por casi diez años –la cual estaba por Platón Sánchez, entre las calles de Reforma y Colón–, allí era vecino mío un carnicero llamado Arturo González. Él era el presidente de la unión ganadera de un pueblo que está a un lado de Marín, no recuerdo el nombre exacto del pueblo. Me comentaba él que en su tierra empezó un animal a hacerles daño en las reses, que mataba y mataba...

Hasta que un señor dijo: “Pos yo voy a ver si cazo al animal este”.

Y cuenta que el hombre se preparó: echó carne seca, sal, agua y parque pa la carabina, ¿verdá?, y empezó a buscarlo, a rastrearlo. Hasta que dio con él. Dice que era un lobo, y ahí no hay lobos, los lobos vienen de Galeana, de por ahí, de Linares; por esos rumbos sí hay, y bastantes.

Entonces comenta que alcanzó a ver el animal, ¿vedá?, lo vio cuando agarró una vaca, un toro o algo así, lo mató y empezó a comer. Comía a llenar, luego se iba a una lomita y aullaba, luego ya se iba a dormir. Pero detrás de él andaban coyotes y coyotas, andaban como diez o quince animales, comían de lo que dejaba el lobo.

Él comentaba que era lobo porque era más grande que un coyote y con el pelaje de otro color. Entonces dice que lo siguió durante tres días, hasta que al final le dio blanco y lo mató. Decía mi vecino Arturo que él le había regalado, en esos años, cincuenta pesos y una vaquilla (al señor que cazó el lobo), y que cada quien que tenía reses le regalaba, le regalaba lo que fuera. El cazador llevaba el cuero del animal como prueba y le daban algo. Porque ese animal, si no lo cazaban, pos seguiría matando reses de todos los propietarios.

Bueno, y acá para Galeana, allá por los años cincuenta y sesenta, vino una comisión de ganaderos a pedirle a los... a las asociaciones de tiro, de caza y tiro, que los ayudaran porque los lobos estaban diezmando mucho el ganado; y me acuerdo que habló de eso José Sepúlveda, dueño de la armería Sepúlveda. Ese señor hizo el exhorto en televisión –en las primeras televisiones o en radio, ya no me acuerdo. Entonces se organizaron y fueron a la cacería del lobo, y ¡nombre, se dieron vuelo! Dicen que había docenas de animales y todos los hombres tire y tire, trajeron cantidad de esos animales.

(Álvaro Sepúlveda; Villa de García)


Véase: Cacería, Coyote, Perro, Zorra.

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