viernes, 15 de mayo de 2009

Alabanza.

Copla sagrada que en el ritual funerario tiene la misma función que el Alabado: evitar que el espíritu maligno se apropie del alma del difunto. También se entona por otros motivos: sortear la influencia de la mala hora (el diablo), e invocar lluvias. Alabados y Alabanzas se interpretan en comunidades de la zona centro-sur, y en áreas de montaña, aunque la segunda es más común en las fiestas patronales, procesiones y pastorelas, expresando un tono y sentido diferentes al funerario: de comunicación con la divinidad.


Las alabanzas eran tristes. Al oírlas, lloraba cualesquiera; los familiares con más ganas. Una de esas alabanzas decía:


Padrecito de mi vida

pues ya no me estén llorando

con verme aquí en este estado

la gloria me están quitando

la gloria me están quitando.

A los presentes y ausentes

que me están acompañando

en la gloria nos veremos

sólo Dios sabe hasta cuándo

sólo Dios sabe hasta cuándo.


(Lolo Calvo; Linares)


Adiós hija del padre

madre de mi hijo adiós

del Espíritu Santo

adiós, adiós, adiós.

Adiós reina del cielo

madre del Salvador

adiós ¡oh madre mía!

Adiós, adiós, adiós.


(Fragmento, Alabanza de la Sierra Madre Oriental; Iturbide)

Véase: Alabado, Curanderos, Magia, Mala hora, Muerte, Muerte-Ritos fúnebres, Procesión.

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