lunes, 15 de octubre de 2007

Mal de ojo.

Denominación dada a un conjunto de síntomas sin causa aparente: dolores de cabeza, sopor, vómitos, temperatura; en el caso de los niños, llanto persistente. Desde la perspectiva médica institucional su existencia no tiene justificación; sin embargo, la gente aclara que se pone mal de ojo por medio de la observación. Entre las formas efectivas para contrarrestarlo se encuentran las oraciones, realizadas al mismo tiempo que se barre y santigua el cuerpo con hierbas, ropa, huevos. Para protegerse de la enfermedad se porta el llamado “ojo de venado”.

Preventivos: una cuenta de azabache, un ojo de venado o huesitos de serpiente de cascabel al cuello de la criatura, a manera de collar con un “chocho” al centro, enhebrado en hilaza roja.

(Manuel Neira Barragán, La medicina popular y la brujería en Nuevo León y Coahuila durante los siglos XVIII y XIX: 18)

Cuando estaba enfermo de eso, con un vestidito del niño decía yo: “En nombre de Dios y la Santísima Trinidad, que se retire la mala tentación de quien le haya hecho ojo”, y le rezaba el rosario.

(Dora Elia López Salinas; Melchor Ocampo)

Pues sí, hay algunas gentes que tienen muy fuerte el ojo, y ¡pos a veces! hay algún animal que ven por curiosidad, perro, gato o gallina, pero no lo agarran y le hacen mal de ojo y se mueren. A mí me ha tocado ver a este señor Luis, es tío mío... Él tenía un caballito al que le hicieron ojo, tendría tres o cuatro días el animal y se le murió. Pero no se dieron cuenta ellos que le habían hecho ojo.

También se les puede hacer ojo a las cosas, yo tenía una lamparita chiquita y un muchachito le hizo ojo, se deshizo el tubito... se quebró de a tiro; y es que le gustó la lamparita y no me la cogió...

Y es que algunas gentes tienen mucha electricidad en la vista, o sea, que cualquier cosa que se les antoje agarrarla y no lo hacen... Porque muchas veces tanto al niño que le hacen ojo como a la persona que hizo el mal les duele la cabeza, los dos se sienten mal.

A mí me platicó una señora, que es muy buena para hacer ojo, que a ella le dijeron que para que se le acabara esa fuerza que tenía en la vista (esa electricidad) mirara al sol de frente en la mañana; que al tiempo que sale el sol lo viera de frente todo lo que aguantara, que con eso se le acababa la fuerza que tiene.

(Refugio Flores Peña y Tomasa Flores Moreno; Villa de Santiago)

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