martes, 15 de julio de 2008

Chupacabras.

Ser imaginario que durante finales de la década de los noventa (1996-1998) asoló regiones de América central y Norteamérica. Lo describen como un ser alado y humanoide que ataca animales de corral, succionándoles la sangre.
Aquí, al igual que en otras partes, la idea del monstruo se construye a partir de historias tradicionales sobre espantos o bestias desconocidas, los ataques de depredadores (pumas, coyotes, comadrejas) a ciertos animales de granja, y de los informes sobre el ente aparecidos en los medios masivos de comunicación.
A pesar de que los ataques de animales salvajes son relativamente comunes en el campo, y de que la sequía impulsa a beber la sangre de las presas, el Chupacabras acentuó miedos, generó alarma y hasta movilizó a las autoridades. En los municipios de Salinas Victoria y Cadereyta Jiménez lo balacearon; en Villa de García, agentes judiciales de un grupo especial (tipo comando) lo emboscaron en una cueva; mientras que en el sur, una variante reciente del mismo (1998), bautizado por la prensa como “El Monstruo de Galeana”, generó desasosiego en las comunidades y movilizó a una partida de soldados. Gallinas, chivos, borregos, cerdos, perros y vacas fueron sus víctimas a lo largo y ancho de la entidad.

Iban en el carro compacto que era un jeep, es un jeep, y llevan unos focos para aluzar; y dicen que antes de... dos ¡Nombre! No le miento, veinte minutos antes de llegar a Saltillo vieron algo que iba adelante de ellos ¡volando!, en el jeep. Entonces estos chavos aluzan a esa cosa que iba volando y era un pájaro enorme...
Por las características y por la película tenía luz propia –el pájaro–, emitía una luz del techo y las alas eran de un gris plata. Entonces dicen que tenía características... No le lograron ver la cara, pero en la película sale perfectamente el cuerpo, y dicen que tiene las características del famoso chupacabras, ¿verdad? Entonces, ahorita siguen investigando. Pero dicen que llegó un momento en que... rebasaron una camioneta ellos y la camioneta se orilló, o sea, se asustaron mucho y dicen que al quererse salir ellos también de la carretera (porque la película ya se había terminado), para orillarse y regresarse para Monterrey, ¡el pájaro se regresa!, se regresa y los empieza a seguir.
¡Eh!, obviamente ¡pos! somos humanos, ¿verdá?, y aunque ellos se dediquen a investigar pos sí les entró, pues ¡pavor, pánico!, porque esta cosa venía pegada a ellos por sobre la ventana del conductor y... y no le lograban ver la cara; era un... un animal enorme del tamaño prácticamente de una avestruz.
(Señora; Monterrey)

Cuando en la ciudad de Monterrey se difundió la noticia de que el Chupacabras vivía en la Cueva de la Boca, Nuevo León, la multitud enardecida quiso prenderle fuego, pero fue detenida por una valla de niños.
Eran los alumnos de la escuela Francisco Cirilo, de Villa de Santiago, quienes a unos cuantos meses de haber iniciado un taller con especialistas ambientales habían tomado una decisión: ellos mismos se encargarían de impedir que se les hiciera daño a los murciélagos de la zona.

(Rosario Manzanos, “Los niños, promotores de la salvación de los murciélagos, según un programa México-Estados Unidos”, en Proceso 1180, p. 64)

Véase: Espantos, Cacería, Pantera.

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