lunes, 15 de junio de 2009

índice de entradas

A
Abeja
Agapito Treviño
Agüeros
Águila
Alabado
Alabanza
Alicantre
Alma
Amuleto
Ánima de la Anacahuita
Ánima de la Pamita
Ánimas
Aquelarre
Armadillo
Astros
Augurios
Aura

E
Eclipse
Embrujamientos
Emparedados
Emplazamiento
Enrabiados
Enterrados
Enyerbado, a
Espantos
Espíritus
Espíritu de Pancho Villa
Estrella fugaz

F
Fiesta de la candelilla
Fiesta de los chicaleros
Fiesta de los Jicos

G
Gallina
Gallo
Garras
Gato
Gigante
Golondrina
Gorila
Grulla
Guajolote

H
Hombre-mujer
Hombre pájaro
Hora mala
Hormiga
Huajuco
Hualahuises
Huesos

I
Indios

J
Jabalí
Jicos
Juan Oso
Judío errante

K

L
Lechuguilla
Lechuza
León de la sierra
Libros de magia
Lobo
Luna
Luz errante
Llorona

M
Magia
Maguey
Mal de espanto
Mal de ojo
Mala hora
Mal puesto
Manda
Manflor, a ó Malflor, a.
Mariposa negra
Mezcal
Mezquite
Monitos
Mono
Muerte
Muerte-ofrendas
Muerte-ritos fúnebres

N
Nagualismo
Niños, as
Nubes

Ñ

O
Ojo de venado
Ombligo
Onza
Oraciones
Osamenta
Oso

P
Paisano
Pájaro carpintero
Pájaro Cu
Paloma
Pantera
Pauraque
Pavo
Pedro José, el indio
Perro
Petaca
Peyote
Piedras
Pinacate
Pitacoche
Procesión
Puma

Q

R
Rayados
Rayo
Relámpago
Relación
Remolino de viento
Revolución del agua

S
Santos
Sapo
Serpiente de agua
Sirena
Sol
Sol de agua
Sombra
Sotol
Susto

T
Tamborazo
Tecolote
Tejón
Tempestad
Tesoro
Tlacuache
Torbellino
Tormenta
Toro
Trueno
Túneles

U
Urraca

V
Vejez
Venado
Víbora
Viento
Virgen
Virgen del Chorrito

W

X

Y

Z
Zopilote
Zorra

miércoles, 10 de junio de 2009

Abeja.


Insecto cuya miel se utiliza como endulzante y remedio para la tos. Es metáfora de dificultades, conflictos.

A veces muelen caña de azúcar, pero no es su actividad principal; hay muchas otras actividades que ellos hacen; por ejemplo, aquí la gente va mucho a traer panales, panales de miel. Cositas así raras que les sirven esporádicamente.
(Antonio Barrera Vargas; Montemorelos)


El editorial del semanario local Hora Cero en su edición 166 es una muestra: “La otra pregunta que se escucha en las calles es ¿y después de que se vayan los federales, qué? Nadie sabe a ciencia cierta cómo van a reaccionar quienes se dedican al trasiego de estupefacientes, armas y otros artículos prohibidos, señala. “Como dicen en el rancho: ellos vienen a tirar el panal, pero a nosotros nos toca torear las abejas”.
(Alberto Nájar, “Tamaulipas: la guerra perdida”, en Masiosare, México, Núm. 372, 6-II-05, p. 6)

viernes, 5 de junio de 2009

Agapito Treviño.


Salteador de caminos que vivió durante el siglo XIX; escapó varias veces de las autoridades, pero finalmente fue ejecutado en el centro de Monterrey. Se le recuerda como una suerte de Robin Hood local. La gente afirma que robaba a los ricos para ayudar a los pobres y montaba siempre un caballo blanco; otros aseguran que dejó un tesoro en cierta cueva encantada del cerro de La Silla.

Lo único que me platicaba él, era de Agapito Treviño, era lo único que me platicaba él; porque él anduvo en las carretas, anduvo cuando no había carretas. Este es el antiguo camino de villa de Santiago, él andaba en carretas.
Él me platicaba que le salía Agapito Treviño “El Caballo Blanco”, los asaltaba a todos, les quitaba todo el dinero, ¿verdá? No los asaltaba de aquí pa’ allá porque cuando iban no llevaban nada, los asaltaba de allá pa’ acá cuando ya traían los centavos; entonces sí, los robaba y todo, los asaltaba, ¿verdá? y se iba pa’l cerro de La Silla a esconderse. Eso es lo único que me platicaba él.
(Faustino San Miguel; villa de Santiago).

Véase: Bandidos, Cuevas.

domingo, 31 de mayo de 2009

Agüeros.

Los augures eran religiosos romanos que interpretaban el porvenir a través del canto y el vuelo de las aves; de la denominación de estos personajes se derivan las palabras “augurios” y “agüeros”: indicios de un suceso futuro. Los agüeros pueden ser buenos o malos y sobresalen aquellos relacionados con animales.
Se consideran señales aciagas:
- Soñar víboras de cascabel y no matarlas
- Derribar cuadros y quebrar espejos
- Encontrar un coyote o un faisán en el camino
- El llanto del cielo (gotas de lluvia sin nubes)
- Un gato negro, o aves del mismo color
- Un cometa surcando el cielo
Así, es la misma cosa; échale un nudo al coyote cuando cruza... porque platicaban que era mala suerte cuando iba uno por un camino ¿verdá?, y se atravesaba un coyote.
(Román Flores Ramos y Manuela García de Flores; Melchor Ocampo)

Entre las premoniciones de muerte encontramos:
- El canto de la lechuza y del tecolote
- El grito de la zorra
- El graznido del cuervo
- Ver a familiares difuntos y platicar con ellos
- Soñar con recién fallecidos
- Una paloma negra que entra a la vivienda
- Entonar un alabado cuando no hay cuerpo tendido (muerto)
- El canto de una gallina semejando al de un gallo
- El aullido de un perro
- La presencia de un pájaro carpintero cabeza negra
- El alarido de La Llorona
Se acostumbran ciertas actitudes para evitar el sino fatal del augurio; por ejemplo, matar al emisario nefasto; realizar una invocación a Dios; santiguarse.

Los tecolotes son malos; avisan cuando se quiere morir un cristiano.
Por ejemplo, el día que yo me muera viene el tecolote, se para ahí (en el patio), y empieza a cantar: y es que me voy a morir...
También los cuervos... Una vez era tarde y estaba bien nublado, cuando llegó una parvada de cuervos, ¡pos sí adivinan!; en cada estante de la cerca se puso uno y empezaron a cantar: “kar” y “kar”; se empinaban así pa’ abajo y cantaban. Pos ese día, a las dos de la mañana, me vinieron a avisar que mi Lupito se había matado.
Y cuando mi Lencho, fue diferente: cantó una gallina en la tarde. Él se había ido pa’ la boda y la gallina cantó en la tarde. Pa’ las diez de la noche ya estaba muerto: lo mataron.
(Rosa Pequeño Delgado; Linares)

Cuando aúlla la zorra siempre se lleva de varios... a varios muertitos. María fue la que me dijo una noche: “¿Oyes? ¡cállate! -dijo-; está aullando una zorra. Sabrá Dios quiénes más nos iremos a mori, -dijo-. Se mueren tres o cuatro cuando grita ese animal”.
Y no, pos sí; al otro día falleció mi compadre Polito, y se murió de repente una señora en San Antonio. Ayer fueron a darles el pésame allí; yo no pude ir a saludarles ahorita; iré después.
Me acuerdo que ella dijo: “Fíjate que de tres a cuatro se mueren cuando aúlla la zorra”. Y pos sí, fallecieron varios.
Por cierto que ni le he contado a María de los muertos, y ella fue la que me dijo que el animal estaba avisando.
(Evangelina Sustaita; Hualahuises)

Otros agüeros conocidos son:
- Un cuervo graznando frente al hogar es indicio de mensajes o visita.
- Un pájaro carpintero de cabeza roja es anuncio de carta.
- Una paloma café (mariposa nocturna) dentro de la casa significa que se va a recibir dinero.
- El sonar de la tambora (del conjunto tradicional de tambora y clarinete) es considerado preámbulo de lluvia.
- Tirar una cuchara significa visita (si cae volteada hacia arriba, es que se le va a dar de comer).
- Saludos de mano que se cruzan (entre cuatro personas) es matrimonio próximo.
- Matar víboras de cascabel durante el sueño es señal de buena suerte.

Los cuervos, éstos de aquí, todavía tienen su... cuando empezaba a gritar el cuervo era que iba a venir visita (me parece), que iba a venir gente: empezaba el cuervo grite y grite.
(Celestino Ledezma Delgadillo; Rayones)

Entre aquellas señales derivadas de la observación se presentan:
- Vuelo de grullas: preámbulo del tiempo frío; invierno.
- Merodeo de pinacates: lluvia.
- Burro sacudiendo sus extremidades posteriores: cambio de clima.
- Hormigas inquietas, o que salen por alimento: cambio de clima, especialmente lluvia.
- Grito del coyote y canto a deshoras del gallo: variaciones de temperatura.
- Caracoles o ratas de monte que ascienden por los arbustos: lluvia fuerte, tempestad.
- Víbora de cascabel que sube a un arbusto: tormenta.
- Vuelo y alteración repentina de parvadas de aves: frío.
- Retozar, pleito y bramido de los toros: lluvia.
- Remolino de viento: lluvia, bajas temperaturas.
- Viento del norte: frío.
- Vuelo del pauraque: cambio de tiempo, especialmente lluvia.

Dicen que los coyotes comienzan baile y baile, se muerden la cola y empiezan grite y grite. Esto significa que ya va a venirse el tiempo frío, o sea la cambiada del tiempo. Fíjese: el grito del coyote viene siendo como cuando cantan los gallos a deshoras.
(Alfredo Pérez Casas; Rayones)

Y por eso la seña: cuando quiere llover muncho, comienza a retozar un buey viejo, comienza a retozar y brincar pa’ allá y pa’ acá; cuando eso sucede, llueve luego luego... ¿eh?... un buey.
Otros animales que anuncian agua son las cabras; éstas comienzan a... comienzan a brincar, a correr y a retozar, fíjese.
También los camaleones: un camaleón lo cuelga ¡y llueve!
(Juan de la Rosa Sánchez; Linares)

¿Las grullas?, pos nada más es en el mes de octubre cuando pasan; yo creo se les viene... va a entrar el invierno, o no sé; pero duran en el cielo unos días nomás.
Y dice uno “bueno, pues ora no se ven las grullas”. Ya tenía tiempo que no las veo, pero vienen en octubre, ya falta poco: andan en el día y andan de noche.
(Álvaro Sepúlveda; villa de García)

Véase: Alabado, Burro, Cometa, Coyote, Cuervo, Gallina, Grulla, Hormiga, Lechuza, Llorona, Mariposa negra, Pájaro carpintero, Paisano, Pauraque, Pinacate, Remolino de Viento, Tecolote, Zorra.

lunes, 25 de mayo de 2009

Águila.


Algunas personas utilizan extremidades de este animal como amuleto, o como elemento decorativo: en los espejos retrovisores de autos; en llaveros. Otros reproducen la efigie de su cabeza en objetos de metal: destapadores, cachas de cuchillo.
En una historia procedente de Linares se narra que el pájaro renueva sus garras, pico y plumaje, cada cierto tiempo. A semejanza de otras aves de presa, es símbolo de valentía y de vida rústica.

El águila es muy viva; dicen que cuando ya está muy vieja, muy viejita, el águila se pierde en la sierra, ¡no sale pa’ nada! Se deja de ver, y se le ponen las uñas muy gruesas, también el pico. Luego se pone a desplumarse toda porque ya está muy vieja.
En las peñas de la sierra empieza a raspar las uñas y el pico pa’ que se le caigan, para que se le caiga todo lo de encima, hasta que otra vez, de vuelta, vuelve a emplumar.
Eso sí es cierto: vuelve a emplumar, a emplumar. Le salen uñas nuevas y su pico otra vez. Entonces sí, ya nomás se viste bien y a... Dice: “ya me voy a volar”, se va a juntar otra vez con todos los pájaros.
Esa historia del águila sí es verdad; allá en la sierra se esconde, se esconde ‘onde no la vea la gente y se empieza a quitar ella las plumas: todas, todas, todas.
Golpea el pico en las peñas para que se le caiga; las uñas, igual.
Dicen que después se viste toda toda de nuevo. Bien bonita queda.
(Esther García Vázquez; Linares)

-Aquí guardan las garras de las águilas, o de los halcones.
-Y qué les hacen.
-Nada, las traen como... tipo amuleto.
-A poco la gente cree que...
-¡No!, pero las traen como cosa llamativa o algo así.
-¿De adorno?
-Sí, de adorno; dejan secar toda la patita y las garras, y luego le amarran un hilo de cobre y la cuelgan donde traen el retrovisor; el espejo de las trocas.
(Gina Cadena Rodríguez, General Treviño)

miércoles, 20 de mayo de 2009

Alabado.

Alabado. Copla religiosa interpretada para evitar que el diablo se apodere del alma de un muerto. Se canta durante el velorio cuando el cuerpo está tendido o en el trayecto hacia el panteón. Existía la prohibición de interpretarlo en otro tipo de situaciones porque propiciaba la muerte de familiares.

Salían cantando el “Alabado” y le preguntaba yo que para qué era eso (a un tío mío que cantaba eso), y me contestaba: “Para correr al demonio que estorba al ánima de este cuerpo”.
(Cruz Plata Barba; Hualahuises)

Véase: Alabanza, Muerte, Muerte-ritos fúnebres.

viernes, 15 de mayo de 2009

Alabanza.

Copla sagrada que en el ritual funerario tiene la misma función que el Alabado: evitar que el espíritu maligno se apropie del alma del difunto. También se entona por otros motivos: sortear la influencia de la mala hora (el diablo), e invocar lluvias. Alabados y Alabanzas se interpretan en comunidades de la zona centro-sur, y en áreas de montaña, aunque la segunda es más común en las fiestas patronales, procesiones y pastorelas, expresando un tono y sentido diferentes al funerario: de comunicación con la divinidad.


Las alabanzas eran tristes. Al oírlas, lloraba cualesquiera; los familiares con más ganas. Una de esas alabanzas decía:


Padrecito de mi vida

pues ya no me estén llorando

con verme aquí en este estado

la gloria me están quitando

la gloria me están quitando.

A los presentes y ausentes

que me están acompañando

en la gloria nos veremos

sólo Dios sabe hasta cuándo

sólo Dios sabe hasta cuándo.


(Lolo Calvo; Linares)


Adiós hija del padre

madre de mi hijo adiós

del Espíritu Santo

adiós, adiós, adiós.

Adiós reina del cielo

madre del Salvador

adiós ¡oh madre mía!

Adiós, adiós, adiós.


(Fragmento, Alabanza de la Sierra Madre Oriental; Iturbide)

Véase: Alabado, Curanderos, Magia, Mala hora, Muerte, Muerte-Ritos fúnebres, Procesión.

domingo, 10 de mayo de 2009

Alicantre (Pityophis deppei).

Es una creencia extendida que esta culebra de rayas multicolores se enamora de las mujeres y es corajuda; igualmente, que se alimenta de leche animal y humana. Con sus ojos y el contoneo de la cola hipnotiza o distrae a las víctimas, aprovechándose de este trance para obtener alimento.

Los alicantres son amarillos... brincan, vuelan de una parte a otra.
Una vez yo fui a dar a un lugar llamado La Laguna, y estaba la novedad de que un alicantre había enamorado a una muchacha joven, bonita y grande. Aquella muchacha se hallaba tan “alicantrada” que estaba toda manchada de amarillo en la cabeza. No salía a ninguna parte, ni hablaba con nadie: estaba nada más agachada.
(Desde entonces yo le cogí mucho miedo a los alicantres: porque nunca había oído hablar de eso).
Entonces, para quitarle lo “alicantrado”, le dijeron al papá que la sacara de la casa sin avisarle, que hiciera un viaje y se la llevara: y se la llevó. Se salieron, se llevaron a la muchacha. Un día madrugaron y se fueron sin que ella dijera algo.
Pero luego cuentan que la víbora que la tenía “alicantrada” se mató... Dicen que se agarró de un murillo a otro y se daba golpes contra el suelo, o de pared a pared, y que cuando vinieron estaba ensangrentada la pared y el animal estaba tirado muerto... en la casa...
También dicen de una señora que tenía a su niño bien flaquito, que el niño estaba bien flaco aun y cuando le daba mucho pecho: leche materna. Su esposo, que se iba para la labor y regresaba después de mediodía, se preguntaba por qué la señora no alimentaba bien a su hijo. Nada más comía el niño y a la señora le daba sueño: se prendía el niño a mamar, ¿verdá?, y ella se dormía... Entonces venía el alicantre al pasito, serpenteando, despacio: metía la punta de la cola en la boca del niño y se prendía a mamar del pecho de la señora. Por eso estaba el niño todo flaquito y lleno de granos en la boca. ¡Pos nada!; el alicantre se estaba tragando toda la leche.
Hasta que se dieron cuenta del animal y alguien le dijo que pusiera un vestido en la cama... y como la víbora creía que era la señora se metió entre la ropa buscando el pecho... fue del modo que la pescaron y la mataron.
Además, esa víbora mamaba a las vacas. Cuando nosotros vivíamos allá en Los Ventura, había un corral, y allí tenían vacas: el alicantre llegaba y se enrollaba entre las piernas... se pescaba de las piernas del animal y se ponía a mamar; aunque allí también se dieron cuenta y lo mataron. Y dicen que cuando lo mataron escurría toda la leche que se había tragado.
(Emilia Briones Luna; Rayones)

Ella vivía al lado de unas lomitas, y por el otro lado de los cerros su esposo trabajaba. Cuando la señora iba a dejarle el lonche a su marido oía que le chiflaban: siempre le chiflaba algo.
Y como ella siempre le contaba eso a su esposo, una vez él le reprochó que si ella lo engañaba: le preguntó que quién era el que andaba detrás de ella -porque cuando iba ella a dejarle el lonche se ponía celoso al oír que le chiflaban-.
Entonces la señora contestó que ¡pos que ella no tenía a naiden más!, ¿verdá?, que no sabía quién le chiflaba.
Pero él insistía que sí...
Hasta cierta vez que pasó por donde mismo, la señora se dio cuenta de que era un alicantre el que chiflaba. Pero dicen que la víbora se le enredó en la cintura y luego la mató: mató a la señora.
Después, su esposo pasó y la miró allí...
Pero dicen que la esposa se “comió” al animal, que se le metió -no sé cómo- por las narices y la boca. La señora se comió la víbora: se le metió a ella por la boca.
(María del Rosario Flores Peña y Eva Flores Peña; villa de Santiago)

Véase: Víbora.

martes, 5 de mayo de 2009

Alma.

Véase: Espíritus, Ánimas, Sombra.

jueves, 30 de abril de 2009

Amuletos.


Son variados aquellos objetos que en Nuevo León se utilizan para alejar el mal, propiciar el bien o la buena fortuna. Los hay de herencia prehispánica, europea, africana y oriental (hinduistas, chinos). Aunque los orientales, sobre todo, son de reciente adopción. Para la buena fortuna se consideran los siguientes: pata y cola de conejo, pata de venado, piedra de imán, piedra de rayo, rama de laurel, hierbabuena, garras de aves de presa (águila, gavilán, halcón, lechuza), uña de león (puma), colmillos de oso y de jabalí, cascabel de víbora, cuarzos, efigies diversas (indio, Buda, elefante).
En función de posibles males y de fuerzas mágicas se usan: crucifijo y rosario, medallas de vírgenes, cabresto hecho de cerda de caballo, piel de coyote, tijera en cruz, ajos, ojo de venado, limones en la bolsa, hojas y cruces de palma, piedra de alumbre, e imágenes como la de Pancho Villa.
Relativo a cuestiones sentimentales: el camaleón, la chuparrosa, el cascabel de víbora.

Lo que sí he visto y he oído es que el cascabel de víbora -quitárselo al animal y cargarlo- es para la buena suerte. ¡Pos será o no será! Yo de mi parte nunca uso eso.
(Pedro Avendaño; Linares)

En la escena del crimen se encontró un casquillo calibre 9 milímetros.
La víctima traía en su cartera 249 doláres, 120 pesos, documentos personales y, paradójicamente, un sobre con dos amuletos para la buena suerte.
Juan Enrique García Valdés, síndico primero de Montemorelos, fue quien dio fe del cadáver.
(Mario A. Álvarez, “Ejecutan a pasaporteado”, en: El Norte, Monterrey, 31-VIII-1997, p. 12-B)

Le hicieron valla unos 40 policías [al banquero Jorge Lankenau Rocha], y en la aduana entregó sus pertenencias: una corbata, cuatro piedras de cuarzo, un amuleto envuelto en piel (era un hueso en forma de víbora), un celular Motorola, una grabadora y la bolsa que siempre llevaba pegada a su abdomen, donde guardaba sus amparos.
Ayer ni los amuletos, ni el cuarzo, ni los amparos, nada le valió.
(Alejandro Salas, “Me están violando mis derechos: JLR”, en: Extra, Monterrey,
18-XI-1997, p. 14)

Miren, estas son unas uñas de león que mató mi marido; mató dos, uno aquí en Gatos Güeros y otro en el rancho de nosotros.
Fíjense que en el penal de Monterrey buscan estas uñas -me dijo un sobrino- para arreglar... para ponerles a las leontinas -la leontina es una cadenita que traen los relojes de bolsillo para guardarse en la bolsa-.
Dicen quesque la uña del león es buena suerte ¡pos quién sabe para qué! ¿Les tendrán miedo?
Estas uñas son del león que mató aquí, deben de tener... deben de tener unos cuarenta años. Las traigo porque mi viejo decía antes de morir: “Si hay quien las necesite, se las regalas”.
Pero sí, dicen que las compran para arreglarlas, como en el penal de Monterrey.
Fíjese lo grande y filoso que todavía se ven, ahora imagine una mordida de esa bestia ¡huuy! Nomás que éstas están así como se las quitamos al animal: no están arregladas. Porque las lijan y las arreglan, las dejan blancas blancas ¿cómo será eso?
(Jacinta Hernández Prieto; Linares)

Véase: Armadillo, Cabresto, Camaleón, Colmillo, Conejo, Coyote, Curanderos, Chuparrosa, Espíritu de Pancho Villa, Jabalí, León de la sierra, Niños, Oso, Piedras, Víbora.

sábado, 25 de abril de 2009

Ánima de la Anacahuita.

Devoción existente en Villa de García al ánima o espíritu de cierto militar revolucionario. Según las versiones, un hombre prometió darle sepultura a los restos del soldado a cambio de que se le curara cierta enfermedad. La osamenta fue enterrada al pie de un árbol de anacahuita (Cordia bossieri), cuya flor es símbolo oficial del estado de Nuevo León.

Yo era una niña cuando me traían... pero nomás taba la pura anacahuita verde, verde, y decían que ¡pos que hacía milagros!, y la sepultura... Dicen que era un soldado. Eso dice la gente, que era un soldado.

(Hipólita Coronado; Villa de García)

Una vez un hombre se vio muy malo y le pidió que lo aliviara no sé de qué enfermedad, que si lo aliviaba le hacía una sepultura (eran los restos de un muerto de la Revolución Mexicana).
Entonces el hombre se alivió y fue y le hizo su sepultura, a la osamenta... Pero la cabecera de la sepultura tenía una anacahua chica –yo creo. Ora... yo creo que todavía está ahí la Anacahua, ya grande, ya vieja.
Y finalmente el señor ese se murió, pero ahora el que se entiende ahí es uno de esa Hacienda de Icamole, no sé quién sea. Entre ése y otro le hicieron una como casita... ahí tiene su capillita...
Viene gente hasta de Estados Unidos, allí, a visitarla.

(Pedro Jaramillo Rodríguez; Villa de García)

Sí. Conocí a Sabino Moreno. Ya estaba muy grande. Fue el que sepultó al ánima. Se llamaba Agustín, del apellido no me acuerdo, pero allí está escrito. Ese hombre sufrió riatazos, sufrió humillaciones, sufrió hambre, hasta que una bala perdida lo mató, y allí estaba: debajo de la anacahuita. A Sabino le pidió agua porque se estaba muriendo. Era cuando estaba la vía vieja del ferrocarril. Ahí lo enterraron, pero lo enterraron mal; por eso en la noche se le apareció a Sabino y le dijo: “Si tú me entierras bien, te doy la salud”. Sabino cumplió y quedó sano.
No. No hay día para visitar al ánima. El ánima es muy poderosa, por eso le ponían muchas veladoras y se quemó la anacahuita, pero no toda. A veces todo el monte estaba seco, menos la anacahuita donde está enterrada el ánima.

(Rosa Flores de Esparza, Villa de García, citada en: Fernando Garza Quiros, Armando Flores, etcétera...,p. 85)


Véase también: Ánimas, Espíritus.

lunes, 20 de abril de 2009

Ánima de la Pamita.

Ánima o espíritu que se invoca para encontrar cosas perdidas o solicitar milagros. El nombre parece un diminutivo de “Pame”, grupo indígena que emigró en gran número al centro y sur de Nuevo León a fines del siglo XVIII y principios del XIX.

Muchas gentes le pedían como por... porque hacía milagros. Sí, hacía milagros y le pedían lo que quisieran al Ánima de la Pamita; eso fue lo que oí yo.

(Antonia Platas; Hualahuises.)

Nada más de que le hables al Ánima de la Pamita para que aparezcan las cosas perdidas, y eso sí... nada más le prendes una velita.

(María de los Ángeles Carrera Pequeño; Linares)

Véase: Ánimas, Espíritus, Indios.

miércoles, 15 de abril de 2009

Ánimas.


Es vasta la creencia sobre almas que vagan por el mundo material sin ya pertenecerle; se visualizan en forma corpórea, vestidas de blanco, ligadas a voces y ruidos. Las identifican con seres amados, muertes violentas, personas que en vida no alcanzaron a cumplir encomiendas y deseos (amores, venganzas). Si se trata de ánimas en pena, nuestra gente invoca su descanso mediante veladoras, rezos, misas y otros ritos, o satisfaciéndoles algún deseo póstumo. En casos extremos se hace necesaria la bendición y la presencia de un especialista religioso (sacerdote, curandero) para exiliarlas de “este mundo” o de un sitio en particular. Tienden a relacionarse con la señalización y protección de tesoros. Cuando son vistas por enfermos son signo de muerte.

Dicen que aquí andan las ánimas que no están juzgadas de Dios todavía, hasta el día del juicio final.

(Evangelina Sustaita; Hualahuises)

Por ahí dice una leyenda

que en el rancho de Canales
se aparecen tres mujeres
que en vida fueron rivales
se dieron de puñaladas
allá entre los mezquitales.

El causante de esas muertes
Santos Valdés se llamaba
a las tres por separado
les decía que las amaba
pero a ninguna quería
nada más las engañaba.


(Ramiro Cavazos; corrido “Las tres mujeres”)

Cuentan que se oye doblar la campana de aquella capilla y que las ánimas de los muertos, envueltos en jirones de sudarios, corren de un lado a otro, como si se tratara de una cacería, ya que los animalitos huyen espantados; los perros aúllan, las víboras dan horrorosos silbidos. Al otro día se ven sobre la tierra las huellas de los desencarnados pies de los esqueletos. Por eso en Linares, N. L., lo llaman “El cerro de las ánimas”.

(Julieta Pérez, “El cerro de las ánimas”, en Colectivo, Silueta de mi sombra, p. 82)

Aquí mucha gente platica haber visto personas que ya murieron, que andan en pena.
Platicaba... platicaba un tío mío que él una vez estuvo prisionero y lo metieron a una celda con muy mala fama: a quien metían en esa celda no amanecía...
Él dice que estando ahí, encerrado, sintió cuando le cayó una mano pesada en el estómago, una mano lo agarró al tiempo que escuchaba una voz: “Mira, yo vengo a esto... tengo prometida una manda: una promesa, una imagen, una misa... Si tú prometes decirme la misa te doy la... te van a dar la libertad rápidamente, pero ¡tienes que irme a dar la misa a ese lugar que te digo!”.
Mi tío se desertó de soldado y lo agarraron en Puebla; sin embargo, al otro día de su aprehensión no le hallaron causa y lo echaron pa fuera, le dieron libertad. Entonces, él lo primero que vino a hacer a San Luis fue decirle una misa a esa ánima, porque fue la que lo salvó.

(Efraín Segundo Rosales; Mier y Noriega)

Véase: Ánima de la Anacahuita, Ánima de la Pamita, Espantos, Espíritus, Judío errante, Muerte, Sombra.

viernes, 10 de abril de 2009

Aquelarre.

Véase: Brujas-baile.

domingo, 5 de abril de 2009

Armadillo (Dasypus novemcinctus).

Este mamífero es de consumo doméstico. En el área rural su carne es apreciada en diversos guisos; para prepararla cuidan de no romper la hiel. La gente le reconoce valor terapéutico, ya que lo emplea como remedio contra enfermedades epidérmicas, esquericia, epilepsia y empachos. Su concha sirve de ornamento, canasto, y la emplean en sahumerios para contrarrestar embrujos. Algunos usan su pata como amuleto.

Ustedes nunca han oído... nunca les han dicho pa qué es buena la cáscara... la concha del armadillo. Ésa sirve pa cuando se tuercen las personas de la boca, que se les hace la boca así, para un lado. Las cáscaras del armadillo se ponen junto con nidos de los pájaros en brasitas, en poquitas brasas, y se espera uno a que salga el humo para barrer con éste a las personas.
Luego da uno masaje al lado de la boca del afectado, a la parte torcida, para enderezársela al afectado. Sí, pa que se le enderece la boca.
Los nidos de cualquier pájaro, sí, los nidos de los pajaritos del campo, juntos, junto con un pedazo de concha del armadillo se ponen en bracitas y luego usted le cubre con algo la cabeza al enfermo, especialmente los ojos, para que el humo nada más le dé en la parte afectada, porque el humo es fuerte. Después usted lo está sobando en la parte torcida para que se le caliente con el humo, porque el humo es caliente.
¡Ah! y la carne del armadillo ¡ésa nos la comemos nosotros! Es buena. Nada más que no se le revienten las tripas porque reventándosele se envenena la carne: no sirve. Reventándose un animalito de ésos de adentro, de las vísceras, no se lo puede uno comer.

(Francisca Rivera Sánchez; Linares)

Ya no he visto que usen las conchas de los armadillos para hacer colgaderas u otras cosas, pero antes sí veía, sí se usaban. Alguna gente las usaba como canasto, había gente que usaba las conchas para poner cosas de costura, ¿verdá? Agarraban el caparazón y le daban forma para poner allí las cosas de la costura. Sí alcancé a ver eso yo.

(Román Flores Ramos y Manuela García de Flores; Melchor Ocampo)

Ni la pata de armadillo que carga como amuleto para la buena suerte le valió a Óscar Flores, representante de Bronco, para que en el concierto de despedida que ofrecieron el viernes en Tláhuac no lloviera.

(Paula Ruiz y Mary Hernández, “Arranca Bronco cabalgata del adiós”, en El Norte, Monterrey, 8-X-1997, p. 5E)

lunes, 30 de marzo de 2009

Astros.

La relevancia que se le da a ciertos astros en la zona rural permite identificarlos de una manera específica. Así, tenemos a Venus que es llamado comúnmente “Lucero de la Tarde”, “Estrella de la Oración”, “Estrella de la Mañana” y “La Muchacha”. Por otra parte, las Pléyades son conocidas como “Cabrías”. Se observa también un par de luminarias a las que suelen llamar “Ojos de Santa Lucía”. Existen, asimismo, cuerpos celestes más difíciles de identificar; tal es el caso de “La Estrella Guía”, “La Cruz del Sur”, “El Carro” (o “La Carreta”), “Las Tres Marías” y “Los Reyes”. Las estrellas sirven para orientarse en el monte, y son una metáfora recurrente de la lírica tradicional que las asimila al amor, a la mujer, al compañerismo, a la buena suerte, incluso a los muertos.

¡Hay una desgraciada estrella que no falla, que siempre sale! Sale al querer oscurecer... y cuando andaba yo de gambusino, buscando vetas de barita ¡lo que quería era que saliera pa orientarme! Ésa sale por ahí [señala al poniente, sobre el horizonte], por ahí se va derecho hasta que se mete; ésa no se carga a ningún lado. Cuando no había estrella no me salía de onde estaba acampando por nada del mundo.

(Ismael Hernández Sepúlveda; Hualahuises)

Hay además la estrella de... ¡no me acuerdo cómo le nombran! Es una estrella grande que cuando oscurece, en esta época, está por ahí asina, no muy alto en el cielo. Esa estrella se mete más o menos ahorita, se mete como a las diez de la noche y, por ejemplo, aquí en García, a veces nos tocaba regar huertas durante la noche, a las once o a las doce de la noche. Entonces, cuando nos juntábamos algunos para hacer ese trabajo, decía yo:

–¿Qué horas son ahorita?
Y contestaban:
–¡Pos nombre!, no sé, yo no traje reloj.
–Pero yo sí tengo reloj –les decía–, ahorita son las doce de la noche o es la una de la mañana, según mirara tal o cual estrella.
Y comentaban:
–Bueno, pero pos ¿en qué conoces las horas?
–Pos en las estrellas –les contestaba.
Aquí ya nadie se da cuenta de eso, pero uno sí, digo, yo por mi parte. Porque como yo asistí mucho tiempo en el campo, así es de que por ese motivo conozco esos astros.

(Pedro Jaramillo Rodríguez; Villa de García)

Reparando en la gran cantidad de estrellas visibles se nos señaló hacia el sur, apenas arriba del horizonte “La Cruz de Mayo”, conjunto de cuatro estrellas o cinco con la forma de una cruz acostada y ligeramente inclinada hacia arriba. La gente del área señala que esta “Cruz de Mayo” sólo se ve en el cielo durante dicho mes. Posteriormente, cuando le preguntamos a una joven sobre esta constelación, dijo haber escuchado a unas personas mayores comentar la misma idea (en el camión, cuando venía de Doctor Arroyo). Por su parte, el señor Pilar García Fraustro responde señalando hacia el sur: “Sí, esa cruz se aparece acá”.

(Cristóbal López, “Diario de campo”, Mier y Noriega, 3-V-1997)

Véase: Camino de Santiago, Cometa, Eclipse, Estrella fugaz, Luna, Sol.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Augurios.

Véase: Agüeros.

viernes, 20 de marzo de 2009

Aura (Cathartes aura).

Ave conocida también como zopilote. Es una señal segura para ubicar animales muertos; su alimento es la carroña y se le ve volando en círculos sobre el sitio en donde se encuentran los cadáveres. La gente confunde esta ave con el buitre.

¿Las auras? Ésas anuncian dónde hay muertos, ya sean animales o personas, porque yo también he visto que las auras se han comido a las personas. Mire, allá en mi tierra (Aramberri, N. L.) mataron al esposo de una sobrina mía, lo asesinaron y le mocharon la cabeza; y la cabeza, ¡pos sólo Dios sabe dónde iría a parar!, pero el cuerpo lo echaron a un arroyo.
Y las auras... por las auras y los perros de los muchachos que mataron a ese señor fue que otros dieron con los restos del muerto; no, porque ya toda la gente estaba bien cansada de buscarlo... Pero las auras andaban volando bien alto, ¿verdad?, y luego se bajaban bien rápido; ya ven que el aura se eleva y luego de repente se deja caer pa bajo.
Sí no ha sido por las auras ¡pues no encuentran los restos del muertito! Porque ésas es lo que avisan, que en algún lugar hay animales o personas muertas.

(Francisca Rivera Sánchez; Linares)

domingo, 15 de marzo de 2009

Bandidos.

La memoria popular recuerda a hombres armados que robaban, traficaban y escondían su botín en lugares inhóspitos; por ejemplo, en cuevas, cimientos de construcciones abandonadas, túneles. Los bandidos aprovechaban su amplio conocimiento del ámbito rural y se beneficiaban de las revueltas sociales. Entre los más socorridos por la memoria colectiva están: Agapito Treviño “Caballo Blanco”, el huachichil Huajuco, el indio Pedro José, y el “Ojo de Vidrio”.

En el Cerro de la Tetías hay una cueva, según esto, de bandidos, ¿verdá?, de bandidos. Y contaban que esos bandidos querían... pos como que deseaban levantar una revolución o algo así.

Parece que eran bandidos de varias partes, ¿vedá? de varios estados. Éstos se empezaron a juntar y luego buscaron un escondite, ¿vedá? Porque ese cerro que les digo yo tenía una cierta entrada, a sus peñas, por abajo, ¿vedá? Ese era un lugar que los protegía a ellos, ya sea del tiempo o de sus enemigos.

(Susano Perales Hernández; Linares)


Dicen que era la casa de unos bandidos quienes iban y asaltaban el ferrocarril El Nacional, yo creo que cuando empezó ese tren. Dicen que mataban a todos los soldados y se venían corriendo de la estación vieja, luego se metían al río y ya no los encontraban. Los perseguían los soldados, pero al llegar al río se desaparecían por una entrada secreta.

(Álvaro Sepúlveda; Villa de García)

Véase: Agapito Treviño, Cueva, Huajuco, Pedro José, Tesoros, Túneles.

martes, 10 de marzo de 2009

Baraja.

Las cartas son populares en nuestra comunidad, mas la práctica de su juego en exceso motiva que los jugadores sientan la presencia del diablo (o se sospeche un pacto de alguno de ellos con él). Jugar baraja especialmente después de la medianoche propicia la aparición del ángel caído o la de otros espantos.

Está extendida la creencia de que el presente y el futuro de una persona se cifran en los números y símbolos de los naipes; de ahí el afán popular por leer las cartas. La suerte cifrada en la baraja es concebida como metáfora del destino.


Una vez escuché una canción en Reynosa de la que ya no me acuerdo. Les he preguntado a varios, así, que saben de canciones viejas, y tampoco se acuerdan...

O sea que este cabrón estaba en la iglesia, en la misa, y todos tenían su librito, pero él tenía una baraja. Entonces el padre le preguntó por qué, que por qué tenía la baraja. Entonces él le explicó por qué ¡todo le explicó! Le dijo que cuando veía al rey ¡pos era Dios!, y que cuando salía la sota significaba otra cosa, ¡y todo lo demás! Le explicó el significado de cada carta.

Pero no me acuerdo bien de esa historia. Era una canción platicada que pasaban en el radio. Preguntando por ella una vez conocí a un pelado que también la oyó y me dijo unos pedacíos, pero no se la sabe tampoco toda...

La otra parte que recuerdo es que ese pelado que estaba en la iglesia con la baraja se encuentra de pronto al as ¡y se vuelve a acordar de Dios! O sea que todo lo que decía la Biblia él lo leía en la baraja. Todos estaban leyendo, todos estaban leyendo, ¿verdá?, mientras él taba pasando carta por carta, haga de cuenta un rosario, ¿verdá?

¡Pero nombre! No he vuelto a oír esa canción, tampoco la he podido hallar ¡pa saber ésas!

(Juan López García; General Terán)